04/06/2025
Huevos benedictinos

Huevos benedictinos en el mundo: así cambian según el país

Los huevos benedictinos han traspasado fronteras, reinterpretándose con ingredientes y sabores locales que transforman este clásico brunch en una experiencia gastronómica muy diversa. Aunque la receta original nació en Estados Unidos, cada cultura ha sabido adaptarla con un sello propio, desde salsas tradicionales hasta panes regionales. Ese mestizaje culinario ha dado lugar a versiones tan inesperadas como deliciosas.

El plato, que combina huevo escalfado con pan y una salsa cremosa, ha evolucionado a lo largo del tiempo en restaurantes, cocinas domésticas y menús de desayuno de todo el mundo. Algunas variantes destacan por el uso de salsas exóticas o picantes, mientras otras reinterpretan el conjunto cambiando las bases, las guarniciones o el tipo de proteína.

Versiones clásicas con giros locales

Huevos benedictinos con mole poblano en México

En México, los sabores tradicionales enriquecen esta receta con una propuesta tan creativa como sabrosa. En lugar de la típica salsa holandesa, se utiliza el mole poblano, con sus notas especiadas y dulces gracias al toque de cacao. Esta variante no solo aporta un sabor profundo, sino también una textura más densa y aromática.

Una de las recetas más reconocidas en esta categoría es la de huevos benedictinos, que une la suavidad del huevo escalfado con el perfil complejo del mole.

En lugar del muffin inglés, algunos optan por usar pan de elote o bolillo, añadiendo una nota de identidad local. El resultado es un plato con carácter, ideal para quienes buscan reinterpretaciones con raíces mexicanas.

Versión británica con muffin y salsa de queso

En Reino Unido, donde el desayuno tiene un protagonismo especial, se mantiene el muffin inglés como base, pero no es raro que la salsa holandesa se reemplace por una salsa de queso cheddar suave. A menudo se sirve acompañado de bacon curado, salchichas artesanales o incluso morcilla.

Esta adaptación conserva la esencia, pero refuerza la contundencia típica del desayuno inglés. En algunos casos, los cocineros añaden tomate asado o espinacas, imitando la variante «Florentine», pero con matices propios de la región.

Huevos benedictinos asiáticos con pan bao y curry

En países asiáticos como Japón, Corea o Singapur, el plato adopta un perfil más exótico. El pan bao o el pan de arroz sustituyen al tradicional, y la salsa puede derivar hacia versiones con curry suave o salsas con leche de coco.

Esta fusión oriental permite incorporar ingredientes como pak choi, jengibre o aceite de sésamo. El huevo continúa siendo el protagonista, pero el conjunto se percibe mucho más ligero, fresco y lleno de contrastes.

Ingredientes que cambian la experiencia

El pan: más allá del muffin inglés

El pan es un elemento clave que marca la diferencia en cada variante. Mientras en la receta original se emplea el clásico muffin inglés, en otros países se utilizan alternativas como:

  • Pan de maíz (EE. UU. sur y México)
  • Focaccia (Italia)
  • Brioche (Francia)
  • Pan de soda (Irlanda)
  • Arepa (Colombia y Venezuela)

Cada uno aporta una textura y un sabor distinto, que influye en la percepción global del plato. El contraste entre crujiente y cremoso se ve matizado por estas decisiones locales.

La salsa: el alma de cada variante

La salsa holandesa tradicional, a base de yema de huevo y mantequilla clarificada, es un pilar de la versión clásica. Sin embargo, existen sustituciones que han ganado relevancia, como:

  • El mole Doña María, utilizado en variantes mexicanas con gran aceptación.
  • Salsa de curry amarillo en Asia.
  • Salsa mornay (una bechamel con queso) en Europa Central.
  • Reducción de tomate y pimiento en versiones mediterráneas.

Estas opciones elevan el plato con capas nuevas de sabor, sin perder la cremosidad que lo caracteriza.

Proteínas y acompañamientos alternativos

Aunque el bacon canadiense o el jamón cocido son habituales, muchas versiones internacionales sustituyen estos ingredientes por otros más representativos:

  • Salmón ahumado en Escandinavia.
  • Pulled pork en el sur de Estados Unidos.
  • Chorizo ibérico en España.
  • Tofu marinado o tempeh en propuestas vegetarianas.

Un plato en constante transformación

Los huevos benedictinos han dejado de ser un símbolo exclusivo del brunch neoyorquino para convertirse en un lienzo adaptable a las cocinas del mundo. Hoy, se pueden encontrar en cafeterías de Berlín, mercados gastronómicos en Ciudad de México o pequeños restaurantes de Tokio.

Su éxito internacional reside en la versatilidad de la receta, que permite integrar ingredientes locales sin perder la esencia: un huevo perfectamente escalfado sobre una base tierna y una salsa envolvente.

Cada país aporta su identidad con respeto a la estructura original, dando lugar a una versión que no solo alimenta, sino que narra una historia cultural a través de cada bocado.

En una próxima visita a tu cafetería favorita, vale la pena preguntar si ofrecen alguna variante local. **Probar unos huevos benedictinos con matices regionales puede convertirse en una forma inesperada de viajar con el paladar

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