El campo de la gestión cultural en una sociedad abarca todos los aspectos de una empresa, pero puesta al servicio de las sociedades y sus expresiones. Se trata de la planificación, el análisis y el diseño, así como la producción y el desarrollo de actividades como teatro, cine, danza, gastronomía y eventos de todo tipo.
Es un servicio que abarca un ámbito de aplicación, el cual se desarrolla en respuesta a la necesidad de gestionar recursos o servicios culturales. Esto se hace en todo tipo de eventos que tengan una programación cultural que deba ser gestionada y aplicada con éxito.
Hay empresas especializadas que hacen esta labor para entes pública o empresas privadas. Logra los objetivos específicos y personalizados mediante instrumentos utilizados en el ámbito de las industrias creativas y culturales con el fin de diseñar, ejecutar, promover y evaluar iniciativas culturales.
¿Qué es la gestión cultural?
En un aspecto formal este es el proceso de gestión de los activos para fines culturales de una entidad, evento o infraestructura para garantizar que un producto (evento, promoción, etc.) llegue al mayor número de personas posible, buscando constantemente la máxima satisfacción del cliente y para el regocijo del público.
Importancia de la gestión cultural
Los conocimientos, prácticas y tradiciones de un grupo social o una época constituyen su cultura. Estas cualidades son únicas de regiones o naciones. Además, la convierten en un medio para recrear, ampliar y ejemplificar el pasado que caracteriza a un grupo concreto, al tiempo que refuerza un sentimiento de identidad comunitaria.
Cada país, ciudad, región o comunidad humana de una forma u otra, tiene una rica historia cultural. De allí se desprende una amplia gama de expresiones lingüísticas, escénicas, gastronómicas y expresiones diversas que son el resultado de sus tradiciones, las cuales, además, no son estáticas, sino que viven en desarrollo constante.
Estas, entonces, deben controlarse, fomentarse y mantenerse. Es justamente aquí cuando entra en juego y se pone en relieve la importancia de la gestión cultural como enfoque de promoción, cohesión y transmisión que da forma a un proyecto para el desarrollo local y comunitario.
Ahora bien, esto depende del desarrollo de una «sociedad cultural» que valore su propia cultura y la asimile a su modo de vida cotidiano. Para que este concepto tenga éxito, la gestión cultural debe estar en manos de expertos que posean las competencias y los conocimientos necesarios para servir de intermediarios entre el público y los artistas.
La cultura en manos de expertos
Ayuntamientos, empresas, peñas y demás organizaciones suelen tener en sus programas actividades variadas a lo largo del año. Para que estas tengan éxito desde su planificación y tras su realización (en informes de resultados de gestión) es necesario contar con expertos que se encarguen de todo.
Es decir, los encargados de todas estas actividades tener un claro conocimiento del sector cultural para proponer políticas que favorezcan la creación de obras artísticas, así como la conservación y el intercambio de la cultura.
Entonces, la gestión cultural debe estar en manos de expertos que posean las competencias, la formación académica y los conocimientos necesarios para cumplir cada objetivo. No es lo mismo organizar la exposición de una artista de la pintura contemporánea que un evento corporativo.
Sin embargo, los gestores culturales están en capacidad de ofrecer proyectos personalizados y de acuerdo a las exigencias de cada actividad y cliente.