Las estrellas son un tipo de astro celeste. En el universo encontramos un sinfín de ellas. Se cree que una pequeña parte de ellas es visible desde la tierra. Hay de diferentes tamaños siendo la más grande y reconocida la que llamamos Sol.
Estos astros tienen forma esférica. La luminosidad proviene del plasma, el cual se conserva gracias a la fuerza de gravedad. Como es sabido ellas son fácilmente perceptibles durante las noches debido a su característico brillo.
El origen y composición de la estrellas
Las estrellas se forman de nubes moleculares a baja densidad. Es un proceso que comienza a partir de un cúmulo de gases que comienzan a unirse. Entre ellos podemos incluir el hidrógeno y el helio principalmente, pero también encontramos otros elementos que son más pesados.
La unión es el resultado de las diferentes fuerzas de gravedad de los propios elementos. También de la energía resultante del choque entre varias nubes. De hecho en este proceso también hacen que haya regiones más densas que se encuentran en el interior de las estrellas.
Al colapsar se forma una nebulosa oscura de gas a la cual se le llama Glóbulo de Bok. Comienza un proceso donde la disminución de la densidad que genera la temperatura necesaria para crear el núcleo de una protoestrella. Este es el nacimiento de las estrellas jóvenes las cuales se reconocen por dejar un halo de los a medida que va girando sobre su eje de rotación. Significa que se va liderando el gas en pequeñas cantidades.
El último paso consiste en llegar a un punto en donde hay una estabilidad constante. Es decir, después de un prolongado proceso de fusión entre el hidrógeno y el helio. Ya en esta etapa dejan de llamarse protoestrellas para ser estrellas.
Desde el punto de vista de su composición, las estrellas son mucho más simples que otros astros y cuerpos celestes. Ellas se componen de un 71% de hidrógeno y de un 27% de helio. El porcentaje restante de 2% está constituido por un grupo diverso de elementos de mayor peso. Entre estos elementos incluimos al nitrógeno y al hierro, pero también pueden haber unas mínimas cantidades de cromo en ciertos casos.
Las excepciones son las estrellas con atmósferas, ya que ellas tienen una temperatura menor en comparación a aquellas que no poseen esta capa exterior. Entre su composición encontramos moléculas atómicas, biatómicas y poliatómicas.
El ciclo de vida
Tienen un ciclo de vida limitado por diversos factores físicos y químicos. En la primera etapa de formación de una estrella joven debe haber la fusión entre el hidrógeno y el helio. La siguiente fase se llama formación estelar. Aquí ocurre una serie de densificaciones de nubes de gas, por lo cual se contrae a causa de la gravedad hasta el punto de completar la fusión. Lo siguiente que ocurre es una reacción en cadena que genera una contracción y se produce el helio.
Las siguientes fases se denominan como principal y secundaria. La primera se caracteriza por la continuación del proceso de fusión. Durante esta etapa el hidrógeno y el helio se han acumulado en el interior junto con otros metales. llegan. En el cual el hidrógeno se acaba, una producción menor al 90% de combustibles y de energía.
La siguiente fase denomina las estrellas como gigantes rojas. Ello se debe a que las capas externas se expanden debido a la fuerza de gravedad ocasionada por el proceso de fusión. Se observa una serie de explosiones nucleares, las cuales dan como resultado un aumento en la acumulación de átomos de carbono.
En la etapa final el helio se acaba y hay otro proceso de fusión con el carbono del interior del núcleo. El destino de la estrella va a depender de varios factores entre los cuales el más importante es su tamaño.
Tomemos de ejemplo el caso del sol, Debido a que es la estrella de mayor tamaño ha experimentado una pérdida de sus capas exteriores. Se forma una nebulosa planetaria compuesta por varios elementos pesados. En cambio, cuando se trata de una enana blanca de menor tamaño, va a continuar irradiando su energía hasta el punto de ennegrecer y pasar a ser una estrella muerta.