Debido a una planificación muy exhaustiva y a la realización de piezas y elementos en fábrica, este tipo de viviendas se ensamblan en poco tiempo, cumpliendo todos los rigores estéticos y legales
La construcción es uno de los sectores industriales más vivos. La enorme necesidad del ser humano de vivir en una casa o vivienda útil y segura hace que todos los equipos implicados, desde los ingenieros, a los arquitectos, jefes de obras y obreros dispongan, no solo de la experiencia, sino de la aplicación de nuevas técnicas que hacen las casas más funcionales y eficientes. Al mismo tiempo, estos procesos de construcción se formalizan en mucho menor tiempo y, en cada momento el cliente puede observar la evolución del mismo.
Como ejemplo de este nuevo concepto de construcción se presenta la vivienda industrializada. A continuación, se va a describir en qué consisten y las ventajas que ofrecen en la actualidad como alternativa habitacional. Concretamente, cuando se habla de vivienda industrial se hace referencia a esas casas cuyos elementos de construcción se ensamblan y previamente han sido debidamente diseñados y creados en una fábrica. Por tanto, son viviendas que se crean en módulos y no ladrillo a ladrillo.
En el s.XXI este tipo de viviendas está adquiriendo un reconocimiento cada vez mayor. Entre otras cuestiones porque son más económicas, ya que se abaratan procesos y los costes están debidamente calculados de antemano; cumplen con la normativa y la legislación aplicable en las diferentes administraciones y el control en cada fase del proceso es total.
Las fases en el proceso de construcción industrial
Con base en lo anterior, la construcción industrializada ofrece una mejor planificación de cada fase, las acorte y, por supuesto, impactan menos en el entorno. Todos estos factores ayudan, al mismo tiempo, a aminorar los costes y también los recursos tanto materiales como humanos a la hora de poner en pie este tipo de edificaciones.
El proceso de construcción se compone, básicamente, de seis fases:
- Lo primero que se llevará a cabo es un anteproyecto inicial en el que se valora, por un lado, el terreno donde se va a ubicar la vivienda, sus posibilidades y, por supuesto, realizar una escucha activa con el cliente para que determine qué expectativa desea para su hogar.
- Trazado ese dilema, se pasa a la fase propia de elaboración del proyecto. En este momento, el equipo conoce cada idea y cada propuesta y es cuando pone a trabajar a todo el equipo humano y a las herramientas digitales para hacer realidad cada uno. Gracias, por ejemplo, a la tecnología BIM en la construcción el cliente es capaz de visualizar su vivienda desde el primer momento. Es una experiencia holística que representa en tiempo real cada fase del proyecto para que el equipo acceda al mismo y no haya dudas ni contratiempos.
- Se pasa a la cimentación. Conseguir una base sólida, con las terrazas que se precisen y donde poder ensamblar cada elemento de forma eficaz es fundamental. Para ello, se cuenta con el mejor equipo y con las materias primas más excelsas.
- La fase 4 y la 3 están ligadas, ya que a la par que se realiza la cimentación, se estarán elaborando en la fábrica cada pieza modular que se ensamblará en la vivienda.
- Por fin las piezas llegan al lugar donde han de ser montadas y darle forma final al proyecto de vivienda. Es una de las partes más emocionantes porque tanto el equipo, como los clientes, pueden observar paso a paso cómo se hace realidad la casa.
- La última fase es la entrega.
Sostenibilidad y eficiencia: un beneficio global
Además de crear casas modernas y vistosas, también se tienen en cuenta que están fabricadas con todos los sistemas constructivos sostenibles que actualmente están al alcance. Por una parte, se ayudan del entorno para mejorar tanto la eficiencia energética, con una ventilación y una luminosidad óptimas. A la par que se centran en otros parámetros como la acústica o la erradicación de humedades. Todo, por supuesto, contribuyendo a casas inteligentes donde la tecnología es una gran aliada para abaratar costes en las facturas y hacer más confortable la estancia.
En definitiva, la vivienda industrial supone un revulsivo en el sector actual, ya que combina eficiencia y sostenibilidad con diseño y confort.