El impacto ambiental es una de las grandes preocupaciones que existen en estos momentos por lo que numerosas empresas ya usan, entre otros productos, embalajes comprometidos con el medio ambiente
La sostenibilidad y el impacto ambiental se han convertido en una preocupación en la industria, en las empresas de cualquier sector y en los consumidores. Para proteger el medio ambiente son muchas las prácticas que se pueden realizar, desde el propio proceso de producción; pasando por el transporte; el uso que le dé la persona al producto; hasta el reciclaje final.
Una cuestión en la que, actualmente, se está haciendo mucho hincapié es en la búsqueda, producción y uso del packaging sostenible, que se ha convertido en tendencia en el mercado y entre los propios consumidores. Igual que se ha buscado la sostenibilidad en los productos, en los últimos años se trabaja de igual forma en los embalajes que los guardan.
Por eso, un embalaje sostenible contiene materiales y se usan métodos de producción que minimizan el impacto ambiental. Hay varios objetivos con estas cuestiones: Por un lado se busca la reducción del consumo de recursos, y por otro garantizar que los materiales que se han utilizado sean reciclables, reutilizables o biodegradables; de manera que un objetivo está ligado al otro. De esta forma, los materiales que se utilizan en el embalaje sostenible son de origen renovable y los procesos de producción de estos embalajes requieren una menor cantidad de energía que la fabricación del embalaje tradicional. Con todo, se generan, además, menos residuos, durante todo el proceso.
Hay empresas que incluso se han especializado en Creating Bags realizando un packaging personalizado y totalmente comprometido con el medio ambiente.
Materiales
Hay muchos materiales que se utilizan en los embalajes sostenibles. El cartón y el papel son algunos de ellos, pero en esta ocasión ya de por sí son reciclados. Lo bueno es que volverán a ser reciclados para nuevos usos. De esta forma se contribuye al desarrollo de la economía circular.
Por otro lado, otros materiales que se utilizan en este tipo de embalajes son el vidrio y el aluminio, ya que son reciclables y duraderos. También están los bioplásticos, que son biodegradables y una alternativa ideal a los plásticos convencionales. Además, en este apartado hay que tener en cuenta a los materiales compostables, que contribuyen a la reducción de los residuos en los vertederos.
Beneficios
Como no podía ser de otra forma, el embalaje sostenible tiene numerosos beneficios para el medio ambiente, que inciden, de manera directa, en la salud de las personas. Una de las principales ventajas del uso de este tipo de packaging es que se produce una reducción de residuos, es decir, de la cantidad de desechos que finalmente terminan en los vertederos. El embalaje sostenible es mucho más fácil de reutilizar y de reciclar por lo que se minimiza la contaminación en este sentido.
Otro de los beneficios es que los materiales que componen el embalaje sostenible son renovables o reciclados. Esto quiere decir que disminuye la demanda de aquellos recursos que no son renovables, incidiendo en un menor impacto ambiental y en la suma por la economía circular.
Por otro lado, que una empresa utilice este tipo de embalaje es un punto a favor de cara a la mejora de la imagen de marca. El consumidor valora cada vez más este tipo de prácticas que están comprometidas con el medio ambiente.
Otra de las cuestiones importantes a tener en cuenta sobre el embalaje sostenible es que está en una evolución constante gracias a la investigación y a la innovación. En este sentido, en un futuro se esperan más mejoras sobre este tipo de packaging, por el compromiso con el medio ambiente será mayor gracias a un aumento en la reducción de la contaminación. Asimismo, los materiales son cada vez más funcionales, para necesitar la mínima cantidad.
En definitiva, la colaboración entre todos y el apoyo a este tipo de prácticas y materiales es la mejor ayuda posible para que el embalaje sostenible siga creciendo en todos sus sentidos.