03/12/2024
satélites artificiales

Satélites artificiales – Concepto y características

Se denomina como satélite artificial a un objeto que orbita alrededor de cualquier elemento celeste. Son creados por el hombre y llevados hasta fuera de las fronteras del planeta tierra. Cumplen con una función específica asociada directamente a la implementación de una tecnología. Es decir, varios de los medios de comunicación de uso actual dependen de las señales que interceptan y conectan estos satélites. 

Por otra parte, también se generan con la intención de servir de apoyo para los científicos, como instrumentos que ayudan a comprender mejor al universo. Tomando como referencia a los satélites naturales, como es el caso de la luna, estos satélites artificiales también se mueven alrededor de la tierra. 

Se caracterizan por ser máquinas con un funcionamiento y sistema complejo, cuyas sofisticación tecnológica es lo que garantiza su correcto funcionamiento. Al ser enviadas al espacio exterior se espera que funcionen como se ha previsto y programado en cada uno de sus mecanismos. 

Eventualmente, se clasifican como material obsoleto que no se ajusta a la tecnología en uso. Significa que se han creado una gran cantidad de modelos de satélites desde hace varias décadas. Esta maquinaria pasa a ser deshecho espacial cuando está en desuso. 

Es importante aclarar que las naves tripuladas y las estaciones orbitales no son satélites artificiales. Tampoco las sondas interplanetarias. Sin embargo, cuando estos equipos se dejan de usar también se convierten en desecho espacial. 

Las características de los satélites artificiales 

Estos satélites son diseñados y construidos en la tierra. Posteriormente son lanzados hacia el espacio haciendo uso de los cohetes. Básicamente cualquier vehículo como aeronave o un misil, se puede utilizar para ayudar a expulsar este elemento. 

Previamente, son programados para que tengan una función y un objetivo que cumplir. Para ello sus creadores diseñan un sistema que es capaz de seguir una misma ruta al orbitar la Tierra. Pero también hay algunos satélites que son creados para otros planetas o cuerpos celestes. Tienen la misión de Intercambiar información con otros satélites, a su vez también hay algunos que se usan para monitorear a los restantes. 

Hay 2 tipos de satélites que orbitan la Tierra los cuales son los satélites geoestacionarios y los satélites polares. Los primeros son los que se movilizan desde el este hacia el oeste, siguiendo la línea del Ecuador. Por lo tanto, tienen la misma velocidad y dirección de la rotación del planeta terrestre. En cambio, los segundos son aquellos que viajan en una dirección del norte al sur de polo a polo.  

También hay satélites ambientales que cumplen con la función de observar las características de los océanos y de la atmósfera. Estos a su vez se subdividen en otras dos categorías las cuales son: geosincrónicos y heliosíncronos. Los primeros son los que orbitan a una misma velocidad de rotación comparable al del planeta. Los segundos son los que cumplen con una ruta de viaje, lo cual se traduce en pasar sobre un mismo punto a una misma hora. 

Sus principales partes son una fuente de alimentación y una antena. Este elemento es el encargado de enviar y recibir información. La fuente de alimentación puede ser una serie de baterías o paneles solares. 

¿Para qué se usan? 

Principalmente, se utilizan para la elaboración de mapas. El Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en inglés) depende de los satélites. 

Básicamente, lo que hacen unos satélites es brindar información actualizada sobre la ubicación o posición en el planeta. De hecho el sistema depende de varios satélites artificiales para crear una red. 

Con ellos es mucho más fácil visualizar desde el exterior como es la composición y distribución del planeta. Asimismo, también sirven para la recopilación de datos asociados a las condiciones del tiempo. Casi todos los sistemas de telecomunicaciones que se usan en la actualidad dependen de estos artefactos. Principalmente los servicios de televisión y también los de telefonía celular. 

Por lo tanto, tienen una función científica al ser de ayuda para el estudio del espacio y del planeta. También son esenciales para actividades de estudio sobre metereológica. Hay una gran cantidad de estos satélites alrededor del planeta los cuales recorren distancias de 27,400 kilómetros por hora. Esta velocidad es constante para evitar que la gravedad los atraiga. 

Ejemplos de satélites artificiales famosos 

La primera vez que se hizo mención pública de un satélite artificial fue en el año de 1957. La Unión Soviética había decidido enviar al espacio a Sputnik I. Este fue el primero de 2,500 satélites. Un año después, en 1958, los Estados Unidos pusieron en órbita el Explorer I

El satélite estadounidense tenía un sensor diseñado para medir rayos cósmicos, que son partículas con una gran cantidad de energía. Este desarrollo tecnológico significó el medio idóneo para el descubrimiento de los cinturones de Van Allen. La carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética era parte de la llamada Guerra Fría. 

En 1960 Estados Unidos envía a TIROS I y nueve años después China hace su primer intento fallido. Los siguientes satélites más importantes han sido SPOT en 1986, RADARSAT en 1995, TERRA en 1999, IKONOS en el año 2000 y muchos otros más.

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